El autismo es un trastorno de difícil tratamiento, ya que la causa es multifactorial y por ello encontramos mucha diversidad dentro de las personas incluidas en el diagnóstico. Son los avances científicos lo único que nos van permitiendo saber más sobre este trastorno y sus posibles tratamientos.
Un ejemplo de ello, es la terapia de oxigenación en cámara hiperbárica, la cual podría ser bastante beneficiosa en el tratamiento del autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo.
Lo que consigue esta terapia es reducir el edema cerebral y consiguir que el oxígeno llegue a todas las partes del organismo mejorando en algunos casos la sociabilidad de estos pacientes.
Las células, fluidos y tejidos de todo el cuerpo reciben grandes cantidades de oxígeno a una presión mayor que la ambiental. Por ello, incluso las células con circulación limitada se saturan de oxígeno. Además, debido a la vaso-constricción se produce un efecto anti-inflamatorio, lo que también ayuda en los casos de autismo.
Aunque en España no es del todo conocida, la terapia de oxigenación hiperbárica se aplica desde hace años en Estados Unidos.
La medicina hiperbárica se usa en otros muchos campos tanto dentro de los trastornos neurológicos como en parálisis cerebral,en casos de cirugías, así como en procesos oncológicos y hasta en medicina deportiva.
Muchas personas sufren dolores de cabeza debido a la migraña, la cual se considera un síndrome neurológico que además de fuertes dolores de cabeza, en ocasiones, está acompañada de vómitos, náuseas y sensibilidad a la luz.
La cefalea en racimo es menos conocida, suele afectar solamente una parte de la cabeza y se pueden distinguir a causa del dolor penetrante que provoca.
Problemas bastante incómodos y dolorosos para las personas que lo padecen, por ello se intenta buscar prácticas o soluciones para aliviarlo, entre los que se encuentra la medicina hiperbárica.
Para quienes aún no lo sepan, la oxigenoterapia hiperbárica consiste en que el paciente respire oxígeno en una cámara diseñada especialmente para este fin, la cual aumenta la presión atmosférica alrededor del cuerpo. Según varias investigaciones realizadas por separado concluyeron que las personas afectadas por la migraña podrían encontrar un alivio considerable gracias a la oxigenoterapia.
Los estudios que se centraron en el tratamiento hiperbárico de la migraña apreciaron que un gran número de pacientes sintió un alivio considerable de la migraña después de estar 40-45 minutos en una cámara hiperbárica.
Incluso encontraron un porcentaje mucho más elevado en los pacientes que sufrían cefaleas en racimos, estos sintieron alivio después de solo 15 minutos de oxigenoterapia.
Todos los estudios fueron probados contra estudios placebo/falsos para evaluar sus posibilidades reales de uso para beneficio médico.
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La diabetes es la causa de amputación no traumática más habitual en nuestro país, ya que 7 de cada 10 amputaciones se deben justo a esta patología. Otro dato a tener en cuenta, y bastante preocupante, es que España es el segundo país del mundo (solo por detrás de Estados Unidos) que cuenta en sus registros con más amputaciones a causa de la diabetes tipo 2, enfermedad que impide la normal cicatrización de las heridas producidas en el cuerpo.
Se han estado investigando numerosas opciones para paliar este problema, y se ha descubierto una solución efectiva que evitaría la necesidad de amputar: es un sistema de medicina hiperbárica que consigue tratar heridas de difícil curación como estas, entre otras muchas cosas.
Se trata de un tratamiento en el que el paciente respira oxígeno al 100 % de forma continua dentro de una cámara a una presión hasta tres veces mayor que la del nivel del mar.
La medicina hiperbárica permite mantener unos niveles de oxígeno muy altos para que éste llegue a los tejidos dañados y así seregeneren. Este tratamiento consigue también en aumentar el flujo de sangre de la herida a través de la neurovascularización.
Existen dos tipos de cámaras hiperbáricas, las monoplaza y las multiplaza. Una de las principales diferencias radica en el tamaño y la capacidad, ya que la multiplaza trata a varias personas en una misma sesión, pero las monoplaza tienen un trato más personalizado y privado del paciente, ya que se encuentra solo en el interior de la cámara sin necesidad de compartirla con nadie más. La otra diferencia está en la forma en la que se presuriza, las multiplaza alcanzan la presión deseada con aire y el paciente recibe el oxígeno a través de mascarilla o casco. En las monoplaza se obtiene una presión con oxígeno puro y no se necesita ningún accesorio para respirarlo.
Cada día millones de personas mueren de cáncer en todo el mundo y hasta donde conocemos en la actualidad, la medicina convencional tiene poco que ofrecer más allá de lo que todos ya sabemos, sin embargo hay nuevos tratamientos complementarios que sugieren que la cetosis nutricional podría tratar y prevenir la mayoría de los cánceres.
La teoría metabólica del cáncer fue retomada por Travis Christofferson quien se empapó de toda la información acerca del proyecto Atlas del genoma del cáncer, el proyecto gubernamental más grande que se hubiera concebido para ordenar los genomas de las células cancerosas.
El objetivo era descubrir las mutaciones que se encuentran en las células cancerosas. Travis se dio cuenta de que había mucha confusión, incluso entre los científicos de más alto nivel, por ello pensó que era necesario contar bien la historia, y fue así como escribió su libro “El tropiezo con la verdad” . El libro de Travis resalta el trabajo de Otto Warburg y de aquellos que siguieron sus pasos.
El Dr. Warburg descubrió que la causa principal del cáncer era la reversión de la generación de energía aeróbica a la fermentación anaeróbica. Sin embargo la medicina convencional no reconoció nunca sus ideas, y por ello fueron rechazadas y ridiculizadas.
De cualquier forma, el Dr. Warburg descubrió que en presencia del oxígeno, las células cancerosas producen demasiado ácido láctico, lo que es conocido como el Efecto Warburg.
Una célula puede producir energía de dos formas: aeróbica en la mitocondria, o anaeróbica, en el citoplasma, lo que genera ácido láctico.
Entonces se plantea una pregunta, ¿por qué las células cancerosas regresan a la generación anaeróbica de energía después de la generación aeróbica? El Dr. Pete Pedersen de la Universidad Johns Hopkins llevó la teoría del Dr. Warburg al siguiente nivel, y determinó que hay un número bastante reducido de mitocondrias en las células del cáncer. Generalmente hay varios cientos a varios miles de ellas en cada célula, y componen entre un tercio y el 50% del volumen interior de éstas.
En este caso las células cancerígenas no tienen más opción que regresar a su metabolismo primitivo e ineficiente. Sin embargo las mitocondrias saludables envían señales epigenéticas entre ellas y el núcleo. Esta comunicación epigenética de la mitocondria es la responsable de iniciar un porcentaje significativo del daño genético que ha sido identificado en el proyecto de estructuración del ADN.
Para aclararlo aún más, las células del cáncer queman glucosa, ya que genera muchas más especies reactivas al oxígeno que la grasa y las cetonas. Pero, para quemar cetonas, la célula debe estar saludable y normal.
Las células del cáncer no pueden quemar grasa y esto es el núcleo del tratamiento exitoso contra el cáncer y la razón por la que las dietas cetogénicas parecen ser tan efectivas. Podríamos decir que “matan” de hambre al cáncer, mientras que nutren a las células saludables.
Yendo aún más allá en este asunto, existen investigaciones (aún sin publicar) realizadas por la Dra. Young Ko , en las cuales confirma que el azúcar podría ser el responsable directo del desarrollo del cáncer. La glucosa por sí misma puede comenzar a transformar las células hacia el cáncer y es la responsable de que la célula cancerosa no muera.
Podemos concluir afirmando que la dieta cetogénica tiene un efecto que ahorra los aminoácidos de cadena ramificada, porque las cetonas tienen una estructura muy similar a aquellos como la valina, leucina e isoleucina.
Esto combinado con la terapia de oxigenación dentro de una cámara hiperbárica, contribuye a que el éxito del tratamiento oncológico sea mayor y se optimice así su eficacia.